Diseño y Desarrollo: MNDRN
Economía circular
En el desarrollo de nuestros negocios aprovechamos los subproductos generados en cada proceso productivos avanzando en prácticas de economía circular.
Modelo circular
con caña de azúcar
Además de procesar la caña de azúcar para la obtención de azúcar y etanol, también generamos biomasa a partir del residuo fibroso de la caña, al que llamamos bagazo. Destinamos este subproducto a la cogeneración de vapor y electricidad. Gran parte de la energía generada, es consumida en nuestras instalaciones, y el resto se vende en el sistema nacional de distribución de electricidad. ¡La electricidad que facilitamos a la red estatal alcanza para satisfacer la demanda de 1.070.000 personas de Mato Grosso do Sul!
También, utilizamos otros de los subproductos de nuestro proceso industrial para producir biofertilizantes que vuelven a nuestros campos. Las cenizas de las calderas junto con la torta de filtración se someten a un proceso de compostaje y se utilizan como abono orgánico en las zonas de cultivo de la caña de azúcar. En nuestras plantas Angélica (MS) e Ivinhema (MS), la vinaza que se genera durante el procesamiento de la caña de azúcar pasa por un proceso de concentración industrial convirtiéndose en abono líquido orgánico. Este proceso está registrado y es reconocido por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento. Se aplica como biofertilizante en los cultivos de caña, mientras que otra parte de la vinaza generada se utiliza en la fabricación de biogás y biometano.
Reutilizamos todos los residuos de nuestro
procesamiento de la caña de azúcar.
Una gran parte de nuestros campos de caña de azúcar recibe biofertilizantes líquidos, garantizando el uso correcto y seguro de la vinaza concentrada en el proceso. En total, producimos alrededor de 70 millones de litros de abono líquido mensualmente.
Modelo circular en
nuestros tambos
En nuestros tambos, desarrollamos un modelo de producción donde el estiércol se utiliza para generar energía eléctrica con biodigestores. A fines de 2017 comenzó a funcionar en nuestros tambos, la planta de biogás con la que ya generamos más de 36 mil MWh de energía renovable. En 2023 entró en funcionamiento el segundo biodigestor que cuenta con 2 MW de potencia instalada y un potencial de generación de energía de 17.500 MWh por año.
Al mismo tiempo, los desechos de este proceso vuelven al campo como biofertilizantes con menor carga orgánica, para abonar los cultivos y forrajes que serán el alimento de las vacas. En estos años, ya procesamos más de 256 mil toneladas del estiércol de las vacas de nuestros tambos. Con este tipo de aplicaciones, logramos reducir el uso de fertilizantes químicos, aumentamos el carbono del suelo, disminuimos las emisiones de gases efecto invernadero y redujimos el olor.